Lo bueno que tienen las chimeneas eléctricas es que además de ser un elemento decorativo muy recurrente y acertado, puede ser de mucha utilidad.
Y eso es porque aunque no es recomendable usarlo como calefacción, si es un gran apoyo que calentará rápidamente la estancia.
No es necesario hacer obras, son sencillas de utilizar, se pueden programar, no ensucian, tienen un efecto hiperrealista y son respetuosas con el medio ambiente.
Las de gas necesitan una salida de humos y son algo más costosas ya que es necesario instalar tuberías para la ventilación y conexión eléctrica.
Decorativamente hablando son tan válidas como las otras, pero si es cierto que el fuego no se ve tan real.
Aportan calor (aunque no para usarlas como calefacción) y no es necesario limpiarlas ya que no ensucian nada.
Y las chimeneas de bioetanol, aparte de ser respetuosas con el medio ambiente, se pueden ubicar en cualquier lugar ya que son muy ligeras.
Son muy eficientes pero también son algo caras, por su combustible y el elemento en general.
La llama es verdadera, algo que visualmente se agradece, pero deberás tener cuidado y cumplir las medidas de seguridad.