Cómo elegir una buena alfombra

Bueno, pues hoy me gustaría contaros la importancia que tienen las alfombras en una buena decoración.

Pero no todas son unas buenas alfombras y por eso me gustaría que conocierais las caracteristicas fundamentales que no pueden faltar en una pieza tan importante.

¡Así que allá vamos!

Las alfombras son un importantísimo elemento decorativo para cualquier estancia.

Y es que visten de una forma muy eficaz la habitación en la que se encuentran y ayudan a crear un conjunto en el que todo encaja en la decoración.

CONTENIDO

 

  • El objetivo de una alfombra
  • Materiales
  • Colores a tener en cuenta
      1. Color
      2. Estampados
      3. Tamaño según el espacio
      4. Formas
  • Conclusión

 

El objetivo de una alfombra

Bueno… partimos de la base de que todo el mundo sabe lo que es una alfombra, pero realmente el objetivo puede variar según lo que deseas.

Por lo general las alfombras aportan calidez al ambiente y respecto a la decoración son estupendas para delimitar espacios visualmente.

¡Son muy prácticas!

En cuanto a la decoración son elementos muy eficaces y capaces de darle sentido al resto de accesorios decorativos de la estancia.

Bien es sabido que transmiten la sensación de estar en un ambiente más acogedor y le dan un aire elegante a cada ambiente, 

Además aíslan térmicamente de un frío suelo y son una gran solución para la decoración de otoño y los meses más fríos del año.

Las alfombras pueden llegar a ser un recurso decorativo estupendo y puede cambiar por completo una estancia.

Materiales

En cuanto a los materiales de los que puede estar hecha una alfombra, tenemos varias opciones para que conozcas la que más te interesa a ti.

Las alfombras pueden estar hechas de diferentes tejidos, pero los más comunes son el algodón, la lana, rayón, seda, de fibras naturales como el yute o de materiales sintéticos.

La lana es muy habitual porque es un tejido muy suave, lo que siempre es agradable al tacto.

Pero además puedes encontrarlas de cualquier color, y estos no se deterioran ya que las alfombras de lana son más duraderas.

¡Y además son fáciles de limpiar!

Las alfombras de lana son muy recomendables para las zonas de tu casa donde haya mucho tránsito como puede ser la entrada, el pasillo o incluso el salón.

Lo cierto es que las alfombras de fibras naturales han ganado gran popularidad en la decoración del hogar, y es que son de gran ayuda a la hora de regular el calor por ejemplo.

Sobre todo las de lana o algodón que pueden absorver el vapor regulando la humedad y proporcionando una buena temperatura a las habitaciones o incluso el baño.

De esta forma, mantienen a raya el frío ya que pueden “almacenar el calor” creando un entorno acogedor. 

¡Además neutralizan olores!

Un lugar donde no se recomiendan las fibras naturales es la cocina, donde es mejor colocar una alfombra de fibras sintéticas por las actividades que se realizan en ella.

De esta forma, la alfombra no correrá el riesgo de estropearse o sencillamente será más práctica pensando en su utilidad.

Pero por lo general, la alfombra de fibra natural será más agradable para zonas de descanso como el dormitorio o cerca del sofá.

Las fibras naturales permiten que haya diferentes tipos de producción de alfombras como pueden ser el anudado o tejeduría como la técnica de los kilims, que se hacen entretejiendo las tramas creando un tejido plano.

y es que los kilims al igual que las jarapas son un tipo de alfombras muy cómodo, porque están hechas de materiales con poca rigidez y se pueden limpiar mejor.

¡Además están de moda!

La lana, sin embargo, es el material que más se utiliza para fabricar alfombras y la razón es que es de lo más resistente que hay.

Y además de actuar como aislante térmico es el material más agradable al tacto, lo que hace que sea el más solicitado.

Aunque hay más materiales como la seda, que se utiliza para crear alfombras exclusivas, ya que tienen una gran calidad y siempre será un material de lujo.

El algodón es también muy utilizado en la elaboración de alfombras, y aunque es menos resistente, es así porque es más barato que la lana, pero también tiene virtudes como la facilidad de limpieza.

El yute es otra opción para crear alfombras y además está en auge porque al ser de fibra natural, es ecológico pero también biodegradable.

¡Y bastante económico!

Las fibras sintéticas también son una buena opción económicamente hablando, aunque todo depende de la técnica utilizada para crearla junto con los materiales.

Pueden estar hechas de acrílico, poliester, polipropileno o incluso viscosa, y por lo general se fabrican en masa y ese es uno de los motivos que las hacen más económicas.

Factores a tener en cuenta

Elegir alfombra y que cuadre perfectamente con tus necesidades y en tu decoración no es nada fácil.

Y es que existen un montón de opciones que debes tener en cuenta, así que vamos a verlas todas para que tengas claro que alfombra elegir.

  • El color:

El color siempre es un factor importante y a tener en cuenta cuando se trata de decoración.

Al elegir una alfombra, si deseas tener una de colores vivos, es mejor que pienses primero en el resto de la decoración.

Es decir, si quieres que tu alfombra tenga colores fuertes será mejor que te asegures que será el centro de atención de la estancia, dejando el resto de accesorios en colores claros.

De lo contrario solamente conseguirás que el ambiente quede recargado, ya que la alfombra es un accesorio decorativo con mucho peso visual.

¡Hay que encontrar la armonía!

Por otro lado, si esta es tu idea, conseguirás tener la atención focalizada en el espacio que ocupe la alfombra y será de gran ayuda para los sitios con decoración en tonos neutro.

  • Estampados:

Los estampados tienen una gran importancia en una alfombra y respecto al resto de la decoración.

Al igual que el color, que puede ser el centro de atención tanto para bien como para mal, así que es importante saber como combinar todos los elementos.

La combinación de colores claros en una misma alfombra junto con muebles oscuros es un buen recurso de decoración para lograr una armonía.

Si lo que deseas es darle un aspecto más discreto y formal al ambiente, puedes elegir una alfombra lisa para cubrir el espacio sin que sea el punto de atención de la estancia.

Una alfombra sin ningún estampado y con el pelo corto le dará un toque tradicional a tu decoración, aunque también es una elección estupenda para una decoración minimalista.

Si el espacio del que dispones es pequeño, el truco es que elijas una alfombra de colores claros y un estampado no muy llamativo para que no cargue el ambiente,

Si lo que quieres es que tu alfombra acapare el protagonismo del sitio puedes optar por colores llamativos, siempre y cuando cuadre con la gama de colores del resto de la estancia.

O bien puedes utilizarla para un lugar con poca decoración o que sea de un estilo sencillo para equilibrar el ambiente.

  • Tamaño según el espacio:

Al comprar una alfombra nos surgen muchas dudas respecto al tamaño que debería tener y si debe ir pegada a la pared, por debajo del sofá, etc.

¡Pues no sufras más!

Si lo que quieres es tener una alfombra para la zona del comedor donde se encuentra la mesa y las sillas, lo primero que deberías pensar es si no será un obstáculo más que otra cosa.

Digo esto porque en muchas ocasiones se eligen alfombras demasiado ajustadas al espacio de la mesa y las sillas y se convierten en un incordio. 

Esto ocurre porque te tropiezas constantemente con ella, o incluso al mover las sillas se levanta doblándose sobre sí misma y no es nada cómodo intentar colocarlas. 

Una vez hayas decidido que tienes espacio y que no será incómodo tenerla en el comedor, debes tener en cuenta que tiene que cubrir todo el lugar en el que esten la mesa y las sillas.

La alfombra no debería terminar justo detrás de las sillas, ya que como hemos visto debe permitir el movimiento para poder sentarte.

El truco es calcular entre 50 y 70 centímetros más por cada lado teniendo como referencia la mesa y que no quede justo pegada a la pared. 

Pegando una alfombra a la pared sólo conseguirás que el espacio quede visualmente cargado, porque quedará todo muy apelotonado sin dejar suelo libre.

Por lo general se suelen dejar de 40 a 50 centímetros de espacio entre la alfombra y la pared (no pasa nada si es algo menos), y mucho mejor si tiene la forma de la mesa, ya que encajará mejor en la decoración general.  

En la zona del sofá, si el espacio es muy grande, es una gran idea incorporar una alfombra grande que acapare todos los muebles para delimitar el sitio y crear un ambiente más acogedor.

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Si por el contrario el espacio es reducido, por lo general el sofá queda contra la pared pero la alfombra también debe delimitar el lugar.

¡Eso sí!

En ambos casos las patas del sofá deben estar sobre la alfombra, a poder ser las cuatro, pero si no hay tanto espacio para una alfombra tan grande, al menos las patas delanteras.

El truco es que todos los muebles que haya (mesa, butacas, puff…) queden también dentro del espacio que ocupa la alfombra, y si sólo entran las patas delanteras del sofá, deberá ocurrir lo mismo con los demás muebles para que la alfombra no se vea descentrada.

Lo mismo ocurre en la habitación, y es que si vas a colocar una alfombra bajo la cama, deberá tener las dimensiones concretas para que sobresalga de esta un buen trozo por cada lado.

Aunque por otra parte, siempre puedes poner una alfombra pequeña en la zona por donde te levantas de la cama a ser posible bajo las patas para mantenerla en el mismo lugar y no tropezarte con ella.  

Y sobre todo, pase lo que pase, lo primero que debes pensar para elegir bien el tamaño de tu alfombra es en la función que va a tener.

Y después tomar medidas para no tener sorpresas cuando te llegue y vayas a colocarla.

Un truco que te ayudará es poner unas marcas (un trozo de cinta aislante o cinta de carrocero) en el suelo, justo donde te gustaría que llegase tu alfombra y después medirlo.

Si no encuentras ninguna alfombra con esas medidas, mi recomendación es que elijas una más grande y no una más pequeña.

¡Aunque dentro de unos límites!

Deberás contar con el espacio de las puertas para que no interfiera en su movimiento, también si hay muebles cerca e incluso dejar cierto espacio para que no toque la pared.

Todas estas cosas son muy importantes a la hora de elegir alfombra si quieres que encaje a la perfección en tu decoración.

  • Forma:

La forma de la alfombra que escojas tiene más importancia de la que crees, y es que lo mejor es que te guíes por la forma que tiene el espacio donde vas a colocarla.

Por lo general las alfombras que más se utilizan son las cuadradas o rectangulares, y eso es porque los lugares suelen tener estas formas.

Pero si lo que quieres es poner una alfombra que vista la parte del comedor, deberías fijarte en la forma de la mesa. 

Si es redonda, será mejor que coloques una alfombra redonda para continuar con la armonía de las figuras, si la mesa es rectangular, pues mejor una alfombra rectangular.

¡Y recuerda que debe ser unos 70 cm más grande que la mesa!

Lo mismo pasa en la zona del sofá, ya que será mejor colocar una alfombra cuadrada o rectangular, contando con que debe cubrir el espacio de los muebles o al menos las patas delanteras. 

Las alfombras de forma redonda se están poniendo cada vez más de moda en el mundo de la decoración.

Pero no debes dejarte llevar por las modas y piensa en el espacio del que dispones, dónde se va a situar e incluso si la zona donde habías pensado ponerla es de mucho tránsito.

Al igual que el tamaño y el material que elijas para tu alfombra, la forma también es muy importante ya que afectará directamente a tu decoración y al efecto visual que percibas.

En conclusión

Una alfombra no es solamente decorativa, sino que también se utilizan para delimitar espacios sin tener que levantar una pared o colocar otros elementos como barrera.

Y es que también son un ejemplo claro de calidez para el hogar además de aislar térmicamente y vestir con mucho encanto el lugar donde se encuentran.

Hay unas cuantas características que debes tener en cuenta para elegir la mejor opción para tu decoración, como el tamaño, la forma, los estampados e incluso el color.

Así como el lugar exacto donde colocarlas en cada estancia y los pasos a seguir para que encajen a la perfección con el resto de la decoración.

Recuerda que la alfombra no debe ir pegada a la pared como si fuera una moqueta, ya que hay que dejar que el suelo se vea para que no parezca que la estancia es más pequeña.

Y los demás factores que influyen en tu elección como la limpieza, la economía y el estilo de tu hogar son algo que no se puede dejar de lado, asi que…

¡Pon una alfombra en tu vida! 

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