Puedes también aprovechar todo el potencial de cada habitación creando varios espacios en uno solo.
Es decir, se trata de dividir la habitación según las actividades que se vayan a realizar en ella.
Un ejemplo muy común de espacios multiuso suelen ser las habitaciones de los niños, que deben ser lugar de descanso, de estudio y de juegos.
Para conseguir esto, es recomendable dividir visualmente cada sitio, así parecerá más organizado y además se marca mejor para que está pensado cada lugar.
Los elementos decorativos de estos espacios deben ayudar a esta separación visual, pero no necesariamente deben estar “anclados” al lugar donde se colocan.
Es decir, si en un momento dado deseas moverlo para ampliar el espacio, deberías poder hacerlo.
Por ejemplo, pongamos que quieres separar visualmente tu salón para crear una zona de trabajo en la misma habitación.
Puedes separarlo con una o un par de buenas plantas que además le den personalidad al ambiente.
Pero si necesitas más espacio para una visita, debes poder retirarlas para ampliar la zona de ocio.